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En las últimas semanas estamos escuchando noticias y opiniones en los diferentes medios de comunicación sobre los profesionales de apoyo de la especialidad de Audición y Lenguaje (AL) en la Comunidad de Madrid. Ante la confusión, en ocasiones, de funciones, perfiles y tipos de respuesta educativa que desarrollan en su práctica docente, el SINDICATO DE ENSEÑANZA DE MADRID de CGT presenta este comunicado a fin de ofrecer una visión amplia de las funciones y tareas contempladas en normativa.

Las funciones que las maestras de Audición y Lenguaje desempeñan son las siguientes:

 

– Asesorar al profesorado en la programación de actividades para la prevención y el tratamiento de dificultades en las áreas de comunicación y lenguaje, así como el aprendizaje de la lecto-escritura (proporcionando asesoramiento sobre determinadas estrategias metodológicas, actividades, protocolos de observación, etc.)

 

– Realizar intervenciones directas con alumnado que presenta dificultades en el ámbito de la comunicación y el lenguaje (Retraso Madurativo, Trastorno Específico del Lenguaje, Trastorno de Espectro Autista, Síndrome de Down, deficiencia auditiva, motora…), proporcionándole los medios necesarios para comunicarse a través de Sistemas Aumentativos/alternativos de Comunicación, estimulación miofuncional, articulación y/o compensar las dificultades de comprensión del lenguaje.

 

– Ofrecer información, orientación, material y colaborar con el profesorado para el desarrollo de prácticas docentes inclusivas, en coordinación con nuestros/as compañeros/as de Pedagogía Terapéutica y el Equipo de Orientación Educativa o Psicopedagógica que atiende al centro (departamento de orientación en secundaria o EAT en Escuelas Infantiles).

 

– Participar en la realización adaptaciones curriculares (de acceso, metodológicas o significativas), en especial cuando en el área interviene el lenguaje y la comunicación (lengua, ciencias sociales y naturales…). Realizando materiales adaptados de algunos temas de lengua, así como de textos que pueden tener mayor complejidad lingüística, para de esta manera facilitar el acceso a la formación, no solo para el alumnado con Trastorno Específico del Lenguaje, sino también con alumnos/as con deficiencia auditiva, motora, autismo, déficit intelectual, hiperactividad …

 

– Asesorar a las familias del alumnado con dificultades en la comunicación y el lenguaje, a través de sesiones de intervención con sus hijos, con el fin de estimular su desarrollo lingüístico y comunicativo.

Las funciones de las profesionales de Audición y Lenguaje (A.L) no pueden ser sustituidas por las profesionales de Pedagogía Terapéutica (P.T) ya que son las especialistas en A.L las que tienen una formación especializada en lo relativo al lenguaje y la comunicación.

Todas estas funciones, se vienen desarrollando con gran dificultad en los últimos años, debido a que la ratio de alumnado al que debemos atender cada vez es mayor (superando en ocasiones la ratio establecida para alumnado con necesidades educativas en comunicación y lenguaje). Actualmente hay profesionales de Audición y Lenguaje “compartidos”, lo que significa que deben atender a más de un centro educativo (con jornadas en cada centro de ¼ de horario). Esto dificulta mucho la coordinación con el profesorado para el desarrollo de los Planes de Atención a la Diversidad, la correcta atención a las familias y el apoyo directo a las necesidades educativas del alumnado (aspectos mínimos que debería abarcar nuestro trabajo de intervención).

Es más, este apoyo directo se ve aún deteriorado en mayor medida por la Circular de las Direcciones Generales de Educación Infantil, Primaria y Secundaria del 12 de julio del 2012 para la organización de la atención educativa del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo en la que se establece la obligatoriedad de organizar grupos homogéneos de apoyo fuera del aula; sin poder tener en cuenta las necesidades específicas de cada alumno (hay alumnos que requieren de un apoyo individualizado y no en pequeño grupo).

El entorno educativo es un contexto muy enriquecedor que permite trabajar el lenguaje y la comunicación con el alumnado en su ámbito natural, de manera inclusiva y centrada en sus necesidades específicas. En muchos casos el apoyo dentro del aula es clave. No obstante, cuando se atiende a mucho alumnado y además se trabaja en diferentes centros educativos, la intervención se ve mermada y se limitan muchos de los objetivos a conseguir con los alumnos/as.

Ante esta limitación, muchas familias buscan un apoyo externo al centro, tras la jornada escolar, para compensar las deficiencias de nuestro sistema educativo en este ámbito, convirtiéndose este hecho en un nuevo factor de desigualdad social dentro de la escuela pública; ya que no todas las familias pueden permitirse pagar un tratamiento privado.

Por otra parte, existe el apoyo intensivo que se ofrece en la Comunidad de Madrid en las Aulas TGD (para alumnado con Trastorno de Espectro Autista). Estas aulas forman parte de un proyecto de centro de escolarización preferente con recursos “extra” solo para este alumnado, ya que se cuenta con un maestro/a especialista en Audición y Lenguaje o Pedagogía Terapéutica (preferiblemente que sea una persona con esta doble titulación) y un/a Técnico/a en Integración Social o Técnico Educativo III. Ambos profesionales atienden solo a 5 alumnos/as con el diagnóstico de Trastorno Generalizado del Desarrollo (o Trastorno de Espectro Autista), los cuales requieren un apoyo intensivo y generalizado por sus características educativas. Afortunadamente es una ratio que se está respetando en la mayor parte de los centros de la Comunidad de Madrid y cada año se abren más centros preferentes para este alumnado.

Por lo que, en la actualidad, excepto la atención al alumnado de necesidades educativas especiales en Aulas TGD, la atención al resto de alumnos con necesidades educativas especiales es muy deficiente. Consideramos imprescindible actualizar la Orden del 18 de septiembre de 1990 donde se establecen los ratios profesional/alumno de los profesionales de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje. Estas ratios son altísimas, por lo que NO ES POSIBLE atender las necesidades educativas especiales de los alumnos NEE. Tenemos el deber de seguir el mandato europeo sobre Inclusión Educativa y diversidad funcional; y estamos muy lejos en la Comunidad de Madrid de estos objetivos. Creemos que las ratios tanto de PT como AL nunca deben superar 10 niños por profesional para poder garantizar el derecho a la educación inclusiva.

 

Por todo ello, exigimos a la Administración Educativa los siguientes puntos:

 

– Que pida disculpas a los centros educativos afectados por el recorte drástico que han tenido del profesional de Audición y Lenguaje (en contra de la Normativa vigente) y que éstos profesionales vuelvan inmediatamente a sus destinos sin compartir centro educativo.

 

– Que se bajen drásticamente las ratios alumnos/profesional de Audición y lenguaje y profesional de Pedagogía Terapéutica a unas ratios que no superen los 10 niños por profesional; para así poder hacer realidad la inclusión educativa de estos niños en centros educativos ordinarios garantizando para ellos el éxito escolar.