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Desde el Sindicato de Enseñanza Madrid de CGT apoyamos completamente el comunicado que han emitido los equipos directivos de los CEIP de Leganés al Director de la DAT-Sur, y que reproducimos a continuación:

 

Estimada Sra. Directora del Área Territorial Madrid-Sur,

Como directores y directoras de los centros educativos públicos de Educación Infantil y Primaria del municipio de Leganés, queremos comunicarle nuestro malestar por las instrucciones recibidas hoy, lunes 13 de abril, por parte del responsable de la Unidad de Programas, D. Enrique Gutiérrez, en las cuales se nos insta a entregar mañana, antes de las 10 h, un listado con los datos personales del alumnado, preferentemente de 5º y 6º de EP, que a nuestro juicio carecen de los elementos tecnológicos y/o de conexión a internet para realizar el seguimiento de las sesiones no presenciales de su aprendizaje escolar en casa.

El motivo principal de este malestar, que no el único, es que como viene siendo práctica frecuente desde la UPE, se nos envían instrucciones en periodos y horarios no laborables, como es el caso, ya que sin duda usted es consciente de que el personal docente todavía hoy se encuentra disfrutando de su permiso vacacional.

Para dar respuesta a los requerimientos de la UPE de forma coherente y enviarles datos fiables, en muchos casos es necesario que las maestras de 5º y 6º desarrollen las pesquisas y comprobaciones oportunas, comunicándose con las familias de sus tutorías vía telefónica. Esto solamente es posible empleando su tiempo libre vacacional, si pretenden tener los datos sobre la mesa antes de mañana a las 10 h. Y además establecer estos contactos no es tan fácil, a veces lleva su tiempo.

Aprovechamos para comunicarle que nos parece bochornoso, indignante e inadmisible esta forma de proceder, totalmente irrespetuosa con los derechos laborales de los trabajadores de esta Consejería, e institucionalmente insensible con la situación tan dramática que vivimos estos días, en la cual hay compañeros y compañeras enfermos, o con familiares enfermos y/o menores a su cargo, o con otras circunstancias difíciles en el seno de sus propios hogares, interfiriendo inaceptablemente en sus periodos de descanso laboral. Y ello a pesar de la respuesta ejemplar que el personal docente ha dado hasta ahora, teletrabajando por encima de sus posibilidades y aportando sus propios medios, para garantizar los derechos educativos de nuestro alumnado y hacer el acompañamiento emocional y asistencial que muchas situaciones requieren.

Pero no es lo único que nos incomoda de esta forma de hacer las cosas. Una vez más, junto a la precipitación y premura de los plazos que se nos imponen, parece que todo se soluciona rellenando un excell, pero sin ningún tipo de directriz clara sobre cómo llevar a cabo la instrucción, ni aportando medios para ello, ni siquiera contemplando con un mínimo de rigurosidad la diversidad de casuísticas y coyunturas que pueden cursar para dificultar la atención educativa a distancia. Todo es un “apáñate como puedas”, “pon tú los medios” (porque tampoco nadie pregunta por los dispositivos, dificultades o gastos que tenemos los profesionales para poder desarrollar la labor educativa a distancia), pero eso sí, corre…

Estamos cansados ya de la continua improvisación e imprecisión de las instrucciones que se nos dictan. Y esto se materializa en suposiciones como “los centros ya son conocedores de los alumnos que se están viendo afectados”, o en la creencia de que

aquellas familias que tengan un “dispositivo” ya están en condiciones de hacer que sus hijos e hijas sigan el ritmo de la educación a distancia, obviando situaciones de vulnerabilidad no relacionadas con la carestía de medios tecnológicos, que van desde situaciones de maltrato o dificultades económicas hasta incluso fallecimientos en el seno familiar, así como variables como el número de miembros que precisan el uso de ese dispositivo para teletrabajar o desarrollar estudios de niveles superiores, que lógicamente suelen priorizarse por parte de las familias.

Así mismo, también se materializa en imprecisiones del lenguaje empleado, como por ejemplo el término “dispositivos”… ¿Qué se considera un dispositivo adecuado?,

¿Cuántos son necesarios en una familia media?, ¿Se considera un smatphone con acceso a internet un dispositivo que posibilita la educación a distancia?… pues hoy casi todo el mundo cuenta con ello, pero claro, no siempre con disponibilidad ilimitada de datos… ¿Y cómo comunicamos esto a las familias?, ¿definimos nosotros lo que se considera válido o no?, ¿decidimos nosotros a quién adjudicamos y a quién no estos dispositivos?… Necesitamos más concreciones para ejecutar de forma justa y equitativa las instrucciones, evitando las comparaciones entre la forma de proceder de los distintos centros y los posibles conflictos que puedan derivarse de la concesión de estos “dispositivos”.

Y, por último, parece que tampoco se ha pensado en nuestra seguridad y nuestra salud. Se nos dice que tenemos que recepcionar el material y distribuirlo entre las familias que lo precisen, pero ¿hay alguna medida que garantice sanitariamente nuestra exposición?, ¿se nos van a proporcionar materiales de protección sanitaria como mascarillas, guantes, etc…?, ¿se han barajado otras fórmulas para la distribución de los dispositivos que no supongan un riesgo para la salud y la seguridad del personal docente?… Entiéndanos, “no se nos caen los anillos” por desarrollar tareas que inicialmente no se encuentran entre nuestras obligaciones. Tenemos muy presente, y lo hemos demostrado en múltiples ocasiones, que en situaciones dramáticas como ésta el servicio a la ciudadanía precisa que aportemos nuestro esfuerzo desinteresado para facilitar el derecho a la educación de todos los niños y niñas de nuestros centros, pero también exigimos que la administración vele por la seguridad y la salud de su personal, que también tiene familias que proteger y que les necesitan sanos y salvos.

En virtud de todos los argumentos anteriormente expuestos, le comunicamos y solicitamos lo siguiente:

  1. que la petición de la UPE no se empezará a atender en los centros educativos de este municipio hasta que sea efectiva la incorporación del personal docente al horario laboral, es decir, hasta el martes 14 de Abril de
  2. Esto no significa que podamos enviarles los datos ese mismo día a las 10 h de la mañana, aunque intentaremos agilizar el envío en la medida de nuestras posibilidades, conscientes de la necesidad del alumnado más vulnerable.
  3. Que se revisen los plazos y procedimientos en la gestión de esta iniciativa, que si bien nos parece bien intencionada y necesaria, también entendemos que puede organizarse mejor atendiendo a las dificultades que
  4. Que exigimos que se aclare al personal de la UPE, y en especial a su responsable, D. Enrique Gutiérrez, los márgenes en los que debe mantenerse

para formular sus futuros requerimientos a las direcciones de los centros educativos, siempre respetuosos con los derechos laborales de los trabajadores de la Consejería de Educación.

  1. Que las instrucciones que se nos dicten en un futuro desde los departamentos de la DAT que ud. dirige sean coherentes y sensibles con la capacidad de trabajo, la seguridad y la salud del personal laboral, profesorado y equipos directivos de los centros educativos, que intenten prever las diversas casuísticas y necesidades que puedan generarse (para lo cual puede ser conveniente consultar previamente a los que estamos en primera línea), y que vengan acompañadas con las dotaciones y medios necesarios para su adecuada implementación.

Gracias por su atención. Atentamente,

DIRECCIONES DE LOS CEIP DE LEGANÉS