Han pasado dos meses desde el inicio del presente curso y el descaro de nuestra Consejería de Educación asegurando que todo marcha perfectamente es lamentable. Continúa empeñada en los titulares y la presentación de una realidad que sólo existe en sus mejores sueños. Pero la situación es tozuda y para la comunidad educativa se trata de una pesadilla.
A día de hoy nos estamos enfrentando a continuos cambios en los protocolos a seguir en los centros educativos, lo que demuestra cada vez más que la intención no es mejorar la calidad de la enseñanza en época de pandemia, sino ahorrar costes. Los GCE (grupos de convivencia estable) dejan de serlo en función de nuevas pautas en los protocolos. Con estas nuevas instrucciones se deja entrever un propósito de confinar el menor número de personas posible, de forma que los datos de contagio sean bajos. Todo esto hace que cientos de centros sigan funcionando a costa del esfuerzo de los y las profesionales de la educación.
A día de hoy confirmamos que hay miles de niños/as que ven recortado su derecho a la educación por la falta de docentes en los centros, como en el caso de la ESO, donde no se pueden cubrir puestos porque se han agotado las listas de algunas especialidades de profesorado por falta de previsión. Seis meses tuvo la Consejería para preparar un curso que se sabía no sería normal y esperó a finales de agosto para tomar medidas. Que no hablen de gestión porque ni eso hacen bien. Además de los grandes retrasos que está habiendo en la cobertura de las bajas del personal docente.
En los llamamientos al personal interino y bolsas extraordinarias del presente curso escolar, se han detectado numerosos casos de personas que se han visto damnificadas por la premura en los plazos para su incorporación. Dicha premura es consecuencia de la lentitud de la Comunidad de Madrid a la hora de establecer un plan de adaptación a la nueva situación debido al Covid-19, y a la demora a la hora de responder a las necesidades de los centros para cumplir con dicho plan; pero es el personal docente quien está sufriendo los perjuicios de esta gestión. Se debería atender a las personas afectadas para ofrecerles soluciones, así como establecer un mecanismo que funcione regularmente y que dé respuesta de forma inmediata a quienes quieran presentar incidencias en los procesos de llamamientos de personal.
Por otra parte, no existe un protocolo pactado desde los Comités de Seguridad e Higiene en donde se reflejen medidas de:
● Atención a profesionales vulnerables. Estos y estas docentes han acudido a las aulas sin un protocolo planificado que les permita adaptar su puesto de trabajo o teletrabajar teniendo presente que son personas con patologías que les convierten en personal de riesgo.
● Conciliación. Teniendo presente el último protocolo de actuación ante la aparición de casos de Covid-19 en centros educativos de la Comunidad de Madrid (con fecha 2 de octubre de 2020), nos encontramos sin un plan que refleje medidas de conciliación laboral respecto a situaciones de menores a cargo en cuarentena domiciliaria.
● Permiso retribuido. Por otra parte debería presentarse un plan en que se clarifiquen y unifiquen criterios en relación a los confinamientos obligatorios (en cuarentena domiciliaria por haber mantenido contacto estrecho con alguna persona diagnosticada) según marca el protocolo de actuación ante la aparición de casos de Covid-19 en centros educativos de la comunidad de Madrid con fecha 2 de octubre de 2020, de tal manera que se explicite si es necesaria una documentación del centro para estos casos (si no existe baja médica).
Reclamamos, además, que las medidas impuestas no sean excepcionales sino permanentes a lo largo de todo el curso escolar:
● Estabilizando al profesorado interino empezando por igualar todas sus condiciones con los funcionarios de carrera. Igual trabajo, igual salario e iguales condiciones laborales.
● Ampliando los contratos hasta final de curso de los compañeros y compañeras nombrados con sustituciones hasta diciembre como refuerzo Covid.
● Respetando la bajada de ratios de alumnado por aula y los desdobles por grupos para poder respetar la distancia de seguridad.
Aumentando las plantillas del profesorado, en cualquier escenario, durante todo el curso escolar.
● Aumentando el personal de limpieza, administración, control, integración social y servicios educativos y complementarios.
● Dotando a todos los centros de personal de enfermería.
● Aumentando los recursos para la atención a la diversidad en todos los centros. Especialmente los perfiles específicos para la atención a las necesidades educativas especiales, la compensación educativa y la red de orientación. Es necesario un plan para la compensación de desigualdades.
● Favoreciendo medidas y recursos para la corrección de la brecha digital.
● Dotando de todos los recursos materiales necesarios y mejora de las infraestructuras. Creación de plazas públicas necesarias.
● Retirando el último Decreto de currículum. Diseño del currículum y las cuestiones de las segundas lenguas, la filosofía, la cultura clásica, la educación musical y artística y la educación científico-tecnológica.
● Eliminando el “cheque bachillerato”
● Reduciendo la jornada a 23/18 horas lectivas.
Por último, desde CGT no podemos olvidar que la defensa de los servicios públicos es básica y va de la mano de la remunicipalización. En esta pandemia se ha observado que hay otros sectores que, como lo público, se han visto tremendamente afectados: diversidad funcional, intervención social, escuelas infantiles, ocio educativo… Las profesionales de estos sectores han sufrido las mayores agresiones con Ertes, despidos, reducciones de jornada, suspensión de contratos… Todo esto ha provocado gran precariedad de la clase trabajadora de estos sectores así como una bajada de calidad de dichos servicios por parte de empresas privadas que son gestionadas desde los servicios públicos y con recursos públicos…por todo ello:
¡ÚNETE, PARTICIPA!
LUCHA en la HUELGA GENERAL del 11 de NOVIEMBRE