CGTe-comunica Boletín digital del Sindicato de Enseñanza Madrid CGT Llevamos una escuela nueva en nuestros corazones |
Nº 62. SEPTIEMRE 2023
CAMPAÑA 18/23: REVERTIR LOS RECORTES Puedes consultar toda la información relativa a la Campaña 18/23 en el siguiente enlacehttps://cgtmadrid-enseñanza.org/campana-18-23/ 9 SEPT: MANIFESTACIÓN AMVNo al saqueo de la Educación Pública. Dinero público para la Pública.
23 SEPT: MANIFESTACIÓN ESTATAL #coeficientesreductoresYA)Por la aplicación del RD 1698/2011 de los coeficientes reductores en la edad de jubilación de profesiones de riesgo para la salud. Matarse a trabajar es una mierda. 12:00 h. Plaza de Cibeles – Congreso de los Diputados
LECTURA RECOMENDADA: “Enseñantes racionalistas”Cuando la pedagogía libertaria, creó un mundo nuevo. |
20 SEPTIEMBRE: ASAMBLEA POR LA REDUCCIÓN DE HORAS LECTIVAS
Miércoles 20 a las 18:00 h. en la Fundación Anselmo Lorenzo en la c/ Peñuelas 41. Metro Acacias o Embajadores.
Porque una reducción de horas lectivas supone:
- Mayor contratación docente
- Mejor atención a la diversidad
- Más apoyos y desdobles
- Mayor tiempo para planificar sesiones
TU PARTICIPACIÓN ES IMPORTANTE
23 SEPT: MANIFESTACIÓN ESTATAL #coeficientesreductoresYA)
REVISTA AULA LIBRE nº 6
Podéis descargarlo en PDF aquí.
LECTURA RECOMENDADA: “Enseñantes racionalistas. Cuando la pedagogía libertaria creó un mundo nuevo”
Autor: Miguel Ángel Martínez
Edita: Fundación Salvador Seguí
Escribe:: Maxi de Diego
Estamos ante un libro de una claridad notoria: su propósito es rescatar del olvido a un buen número, pero solo una parte, de los muchos y muchas enseñantes que siguieron la estela de la enseñanza racionalista.
El deseo del autor choca con la realidad: el ocultamiento de la labor de esta corriente pedagógica en Escuelas de Magisterio y Facultades de Educación. El desarrollo del libro, acompañados de maestros y maestras, nos demuestra que la propuesta de pedagogía libertaria era posible, y que introdujeron métodos que hoy en día se presentan como propuestas innovadoras.
En la introducción, Miguel Ángel Martínez nos recuerda el origen de la pedagogía racionalista, su implantación y sus características. Igualmente, a lo largo del libro iremos conociendo y profundizando en otras ideas y prácticas de la mano de los y las protagonistas. Por ejemplo, al hablar de la escuela de Elda, donde se encuentran varios de los maestros y maestras: “es la escuela sin castigos, donde las excursiones y paseos son tan importantes como el resto de materias (…) Disponer de una biblioteca para investigar y de una revista para escribir y mantener correspondencia son otras señas significativas de la pedagogía libertaria.”
O al referirse a Matilde Escuder y Félix Carrasquer y la escuela que este fundó junto a sus hermanos, Miguel Ángel sintetiza de la siguiente manera sus rasgos esenciales: “autogestión; investigación; interés; experimentación; actividad; libertad; no discriminación ni segregación; cooperación solidaria; ternura.”
La estructura del libro es diáfana: después de la introducción desgrana la labor de más de treinta hombres y mujeres comprometidos con la enseñanza racionalista. Primero unas pinceladas sobre su vida, a continuación su visión pedagógica, una recopilación bibliográfica (sus escritos, fuentes en internet y textos de otros autores sobre ellos y ellas), y, algo muy recomendable, algún texto de su autoría que revela algún aspecto significativo de su pensamiento o activismo. De esta manera vamos conociendo sus ideas sobre aspectos variados relacionados con la pedagogía libertaria, y lo que es importante, con su propio lenguaje, fruto de una época: la participación de las familias, la coeducación, las aportaciones de pedagogos, el pacifismo, el esperanto, la vocación del profesorado, las vacaciones escolares, la imprenta escolar, la formación del profesorado, la educación sexual…
Destacaremos a continuación algunos aspectos comunes que el historiador resalta a lo largo del texto.
Reivindicación del papel de las maestras. Se queja el autor de que con frecuencia ellas aparecen ocultas detrás de sus compañeros, incluso a veces es difícil rastrear sus aportaciones. Al hablar de Antonia Maymón escribe: “Las pedagogas, como las escritoras, científicas y artistas olvidadas demandan un profundo trabajo de recuperación y difusión de sus obras, de sus vidas, de sus creaciones. No solo por ellas, también porque no podemos dejar que la sociedad pierda cuanto al progreso, la ciencia y la cultura aportaron.”
Confluencia con otras luchas relacionadas con el modelo de enseñanza. Varios maestros y maestras defendieron ideas como el feminismo, el pacifismo, el naturismo, el anarcosindicalismo… Varias maestras colaboran de distinta manera con la asociación de Mujeres Libres.
Defensa de las colonias escolares. Encontramos argumentos a favor de las colonias en varios enseñantes. Al hablar de Pilar Grangel y Ácrato Llull, conocemos algunos de sus argumentos al planear adquirir una parcela donde sea posible acoger a unos 70-80 niños: “para apartarlos de las calles, de la pobreza que en muchos de ellos dos meses de verano puede significar, para acercarlos a la salud del campo y de la playa, con actividades deportivas, lúdicas, con una sana alimentación al aire libre, con juegos y actividades intelectuales (…). Entrañable me parece el relato sobre la colonia Armonía en Alginet (Valencia) al referirse a la labor de Higinio Noja Ruiz.
Dificultades en el exilio. Como es lógico, con la derrota en la guerra civil, la mayor parte de ellos y de ellas ha de salir al exilio, la mayoría a República Dominicana, México, Argentina y Venezuela. Algunos pueden realizar actividades relacionados con la docencia (un buen número intenta crear escuelas allá donde van), otros y otras, no.
Contra el adoctrinamiento. A pesar de considerar la educación como un camino hacia la justicia social, huyen de que sus ideas se conviertan en doctrina. Miguel Ángel nos lo explica muy bien al escribir sobre José Alberola Navarro. “Es el primer postulado racionalista: ser un enseñante que huya de cualquier adoctrinamiento o manipulación social o política, especialmente del propio a la hora de establecer la metodología o la cotidianeidad de la escuela. Debe ser el alumno el que progrese en su conciencia y toma de decisiones, tanto en lo individual como en los aspectos sociales.”
Teresa Mañé Miravent nos explica el porqué: “Pero si nosotros abogamos en favor de la libertad de enseñanza, no es para que podamos enseñar en las escuelas nuestras ideas, ácratas, como los ortodoxos pretenden que se enseñe su religión; nosotros la queremos, sencillamente, porque queremos la libertad en todo y para todo, y porque tenemos confianza en nosotros, en nuestras ideas y en la misma libertad, que la consideramos superior a cuantas teologías y sistemas filosófico-religiosos puedan concebirse”.
Continuidad de las ideas de Ferrer Guardia. De la mano de Joan Puig Elías y Emilia Roca, como de otros enseñantes, conocemos la continuidad de las ideas del pedagogo asesinado. En un escrito sobre él en el periódico Solidaridad Obrera, Puig escribe: “La enseñanza racionalista y científica de la Escuela Moderna ha de abarcar el estudio de cuanto sea favorable a la libertad del individuo y a la armonía de la colectividad, mediante un régimen de paz, amor y bienestar para todos sin distinción de clases ni de sexos.”
Páginas más adelante, siguiendo a otro maestro racionalista, Floreal Ocaña, recordamos que “la escuela racionalista no es una escuela basada en el uso de la razón, al menos no solo en el empleo de la misma exclusivamente, pues ‘el método de Ferrer abarca no solo el racionalismo, sino también el cultivo de la sensibilidad’”. Vemos así que la idea primigenia de Ferrer es constantemente actualizada por la práctica en las escuelas racionalistas.
Insumisión. Creo que no se emplea este término en el libro, pero pienso que se ajusta a lo que hicieron varios de los maestros y maestras estudiadas al negarse a trabajar para una escuela que les imponía unos métodos y unos objetivos contrarios a su conciencia libertaria. En el relato vital de Josep Torres Tribó descubrimos que con tal solo 17 años empieza a ejercer en una escuela de Mollerusa, pero al negarse a llevar a los niños a clase de catequesis para hacer la primera comunión, ha de abandonar la enseñanza hasta que años después vuelva a ejercer en la escuela de un ateneo libertario. Algo parecido le ocurre a Matilde Escuder, por ejemplo.
El gusto por la literatura y el periodismo. Este es otro rasgo en común significativo; a veces, como creadores y creadoras de materiales didácticos; otras, como forma de expresión artística de sus ideales. Y en el caso del periodismo como una vía de comunicación de tantas ideas que buscaban un mundo mucho más justo.
Podríamos seguir, tal es la riqueza del libro por su protagonistas y por la inmensa labor de investigación y recopilación del autor. Creo suficiente lo dicho hasta aquí con la esperanza de que como a quien firma esta reseña, la lectura del libro le conmueva y dé rienda suelta para la reflexión acerca de cómo mejorar nuestra actitud en el aula, en los claustros, o en cualquier relación con la realidad educativa presente.
También el autor, en la introducción, incorpora un apartado “Actualidad de la pedagogía libertaria”. Interesantes son sus reflexiones, pero me parece enriquecedor cerrar con las palabras de uno de los maestros que el propio Miguel Ángel Martínez recuerda: “El futuro también lo encontramos en lo que señaló Carrasquer en su reflexión sobre la autogestión en la escuela, y es que maestros y maestras en la escuela pública, en sus aulas, con razones pedagógicas y valores profundos son la esperanza actual para educar en libertad, sin dogmatismos.”